La palabra hṛdayam (हृदयम्) tiene dos significados distintos: uno es el "correcto" y el otro no lo es. Yo no me refiero a esa parte del cuerpo físico que se localiza a la izquierda del pecho. El corazón o hṛdayam al que me refiero tiene la misma naturaleza que la conciencia pura. Está dentro y fuera del cuerpo, aunque no está dentro ni fuera de él. Este es el sentido principal de este término y en él se reflejan todas las cosas del universo, pues es la sede del tesoro más preciado. ¡El corazón de todos los seres es la conciencia y no el músculo cardiaco que la gente denomina corazón!.
viernes, 17 de octubre de 2014
jueves, 26 de junio de 2014
Yoga-Vasishtha: Atma Vidya de Prahlada
¡Saludo al Ser! ¡Me saludo a Mi mismo, la conciencia indivisa, la joya de todos los mundos conocidos y desconocidos! Te has tocadado y te has alcanzado muy pronto, te has comprendido, te has situado más allá de toda perturbación; ahora eres lo que eres. Y yo te saludo, ser mío. Shiva, Señor de señores, el ser supremo.
miércoles, 4 de junio de 2014
Recitación antes de Comer (Bhoja)
Existen varias recitaciones que se pueden hacer antes de comer. Algunas son mantras de los vedas, otras son shlokas de otros textos. A continuación vamos a dejar una recitación que proviene de la Bhagavad Gīta.
En transliteración IAST.*
brahmārpaṇaṃ brahma havir brahmāgnau brahmaṇā hutam |
brahmaiva tena gantavyaṃ brahma karma samādhinā ||
En devanagarí
En una españolización (las vocales dobles indican mayor duración de la vocal, la j es un sonido suave)
bramaarpanam brahmajavirbrahmaagnau brahmanaa jutam |
brahmaiva teena gantavyam brahma karma samaadhinaa ||
Una de varias traducciones
El proceso de ofrendar es Brahman, la oblación (lo ofrendado) es Brahman, Brahman está en el fuego (donde se hace el rito), el instrumento de la ofrenda (el que ofrenda) es Brahman. De hecho, Brahman es alcanzado por aquel que persevera en Brahman.
Explicación: Este verso del Bhagavad Giitā (capítulo 4, verso 24) es comunmente recitado antes de las comidas. Bhaman es el nombre de aquello, causa de toda la creación. Viendo la creación como un efecto, Brahman es visto como la causa de todo. El efecto no existe separado de su causa. Por Ejemplo, una cadena (efecto) de oro no existe separada del oro (su causa). De hecho, desde el punto de vista de su realidad, la "cadena" es sólo un nombre dado a una forma particular de oro; lo que es, es sólo oro.
La primera parte de este verso muestra a Brahman como la causa o la base de todo lo que existe, y el efecto como aparente diferencia es sólo incidental. El verso se refiere a una ofrenda hecha durante un ritual. La persona que realiza el ritual, el proceso de la ofrenda, la oblación y el fuego son todos Brahman. Las diferencias de nombre y forma que existen son sólo incidentales. Aquel que reconoce su identidad con la individida causa disfruta de libertad y felicidad.
Los versos conectan el alimento que es comido como una oblación vertida en el fuego durante un ritual. El fuego digestivo es llamado jātharāgni, y en palabras comunes, el proceso metabólico de degradación de los carbohidratos es llamado "quemar azúcar". Adicionalmente, al recitar esa oración antes de las comidas, el alimento a ser comido es ofrecido antes a Brahman.
Traducción palabra por palabra (a continuación)
lunes, 12 de mayo de 2014
Abhyāsa: mantiendo el foco en el Yoga
- Traducido de un artículo de Pedro Kupfer
Cierto grado de organización y madurez mental y emocional es esencial para
que comprendamos como somos y funcionamos. La palabra sánscrita abhyāsa,
traducida generalmente como práctica constante, significa literalmente
“repetición”. Hay dos formas de interpretar este término: una positiva y otra
negativa.
La positiva consiste en ejercer conciente y diligentemente la atención a lo
largo del día entero. En su aspecto negativo, este término se refiere a la
repetición de los patrones de reacción (llamados saṁskāras) que deben ser superados
mediante una actitud consciente que requerimos tener para conseguir aprender
con las diferentes experiencias.
Existen solamente dos maneras de actuar en el mundo: una automática y otra
conciente. La repetición automática no nos permite aprender nada nuevo.
Simplemente reaccionar de manera mecánica, repitiendo y reforzando todavía más
los patrones y propensiones subconcientes, como máquinas: cuando un botón es
presionado, una reacción sucede. Esto hace que pasemos por las diferentes
experiencias sin conseguir crecer a través de ellas. En este sentido,
necesitamos anular este aspecto negativo de abhyāsa cultivando las actitudes
concientes en cada acción.
La profesora de Vedānta Gloria Arieira nos enseña que el hecho de vivir en
un āśram (comunidad de yogis) por ejemplo, puede tornarse todo un aprendizaje,
pues es una experiencia inapreciable para conseguir sacarnos del patrón saṁskārico. Ella
vivió por varios años en el āśram de Swāmi Dayānanda, con quien tuve el
privilégio de convivir y aprender.
Gloria nos explica que el guru es al mismo tiempo padre y madre. Los
discípulos, son como hermanos, que a veces compiten entre si por el amor de la
madre o por el cariño o la atención del padre. Cuando intentamos hacer que este
padre-madre que es el guru entre en nuestro juego, él nos muestra, como en un
espejo, la manera en que somos y reaccionamos. De esta forma, él nos desarma y
nos hace quebrar los patrones mecánicos a través de la acción conciente.
Así, conseguimos compreender que no somos el psiquismo, y nos separa de sus
contenidos, como la rabia, el miedo y otras emociones destructivas que nos
inmovilizan. Conseguimos, entre otras cosas, percibir que exite una distancia
real entre nosotros mismos y nuestros deseos, rabias y demás sentimientos.
Esta oración es realizada por los jovenes del sur de la India una vez por año, en la
ceremonia de cambio de yajñopavitam (cordón bramínico). Ella nos ayuda a
percibir esta distancia entre nosotros y nuestros pensamientos:
“Salutaciones. Fue el deseo que hizo, fue el deseo el que hizo y hace. Yo no
hago. El deseo es el agente de acción, no soy yo. El deseo es la causa de la
acción, no yo. Oh deseo!!, a Ud, que posee forma encantadora, ofrezco esta
oración.
Salutaciones. Fue la rabia que hizo, fue la rabia la que hizo y hace. Yo no
hago. La rabia es el agente de la acción, no soy yo. La rabia es la causa de la
acción, no yo. Oh rabia!!, a Ud, que posee forma encantadora, ofrezco esta
oración”.
¿Actuar o reaccionar?
Positivamente, abhyāsa significa observar constructivamente a nuestro psiquismo,
a la distancia, comprendiendo su estructura y funcionamiento y, al mismo
tiempo, dejar de identificarse con sus contenidos, pensamientos y sentimientos.
Es preciso que comprendamos los patrones que nos empujan a la reacción
automática.
Desde el aspecto positivo, abhyāsa es la capacidad de compreender los
patrones subconcientes que subyacen y predeterminan nuestras reacciones
mecánicas, antes que estas acontezcan. De esta manera, estaremos actuando
libremente, en lugar de reaccionar como máquinas.
Concluimos este “sūtra” con las palabras del comentarista Vyāsa: “La
ausencia de fluctuaciones o calma absoluta es stithi, la estabilidad. La
fuerza, la energía y el entusiasmo, el esfuerzo constante y repetido para
alcanzar esta (estabilidad) recibe el nombre de abhyāsa, práctica responsable y
constante”
lunes, 14 de abril de 2014
El Potro y La Mente
por Swamy Satyananda
Érase
una vez un rey que tenía un bellísimo pero desenfrenadamente salvaje caballo. La bestia no podía ser domesticada. El
rey decretó que recompensaría generosamente a aquel que pudiera someter a su semental. Impulsadas por los
pensamientos de riqueza, muchas personas trataron. Cada
uno enfrentó con todas sus fuerzas al caballo, pero ninguno fue lo
suficientemente poderoso como para superar al animal por mera fuerza. Incluso los más
poderosos fueron arrojados al suelo o heridos. Cansados
y frustrados, los contendientes se retiraron.
Pasó algún tiempo, hasta que un día el rey vio al caballo obedeciendo dócilmente las instrucciones de un recién llegado. El rey estaba asombrado, y exigió saber cómo este hombre había tenido exito donde muchos otros habían fracasado. El domador del caballo respondió: "En lugar de luchar contra su potro, lo dejé correr libremente a todo lo que su corazón quisiera, siguiendo sus propios impulsos. Finalmente se fatigó y se volvió sumiso. Fue entonces que no tuve problema para hacer amistad con su caballo y ganar su control"
Es lo mismo con la mente. Si luchamos y luchamos con la mente, nunca vamos a lograr el dominio sobre ella. El método a adoptar es similar al del sabio domador de caballos - deja que la mente siga sus impulsos y tendencias sin restricciones hasta que este lista y dispuesto a aceptar tu autoridad. Da rienda suelta a la mente. No la suprimas, simplemente, obsérvala y conócela.
Pasó algún tiempo, hasta que un día el rey vio al caballo obedeciendo dócilmente las instrucciones de un recién llegado. El rey estaba asombrado, y exigió saber cómo este hombre había tenido exito donde muchos otros habían fracasado. El domador del caballo respondió: "En lugar de luchar contra su potro, lo dejé correr libremente a todo lo que su corazón quisiera, siguiendo sus propios impulsos. Finalmente se fatigó y se volvió sumiso. Fue entonces que no tuve problema para hacer amistad con su caballo y ganar su control"
Es lo mismo con la mente. Si luchamos y luchamos con la mente, nunca vamos a lograr el dominio sobre ella. El método a adoptar es similar al del sabio domador de caballos - deja que la mente siga sus impulsos y tendencias sin restricciones hasta que este lista y dispuesto a aceptar tu autoridad. Da rienda suelta a la mente. No la suprimas, simplemente, obsérvala y conócela.
jueves, 10 de abril de 2014
Yoga-Vasishtha: Desapegado de los frutos de la acción
Sí sólo existe el uno, ¿quién es el que actua y
qué puede hacer?. Si tú no eres realmente el agente, ¿por qué asumes esa
actividad?. Pero tampoco permanezcas inactivo, porque ¿qué se consigue sin
hacer nada?. Lo que tiene que hacerse, debe ser hecho. Por tanto, si permaneces
desapegado de los frutos de la acción mientras realizas tus acciones naturales,
realmente no actuas; si ni siquiera te sientes apegado a la inacción misma,
entonces es cuando te conviertes realmente en el verdadero agente, el SER, que
todo lo hace, sin hacer nada en absoluto. Si todo este mundo es como el truco de
un mago, ¿qué se puede conseguir o que hay que rechazar?
La semilla de este mundo ilusorio es avidya,
la ignorancia. Pero cuando no vemos las cosas como tales cosas, es decir,
cuando no las determinamos como objetos, esa ignorancia es idéntica a la
verdad.
del YogaVasishtha
lunes, 31 de marzo de 2014
Yoga-Vasishtah: História del niño y las tres princesas
Rama preguntó:
Sagrado señor, dijiste que cuando la mente
piensa en algo, ese algo se materializa ante ella. Y ahora dices que la
esclavitud no existe. ¿Cómo pueden ser verdad ambas proposiciones tan
contradictorias?
Vasishtha contestó rápidamente:
La mente, Rama, imagina la esclavitud en el
estado de ignorancia. Del mismo modo que los sueños desaparecen al despertar,
las alucinaciones conocidas como esclavitud y liberación no existen a los ojos
del iluminado que carece de ignorancia. Conozco una curiosa leyenda que ilustra
perfectamente este asunto. Escúchala con atención.
Un niño pidió a su niñera que le contara un
cuento y la criada le contó la siguiente historia:
Historia
del niño y las tres princesas
Érase una vez una ciudad que no existía, en
donde vivían tres princesas hermosas y valientes. Dos de ellas no habían nacido
y la tercera no había sido concebida. Cuando fallecieron todos sus parientes,
las princesas abandonaron su país y marcharon a tierras lejanas. Incapaces de
aguantar el calor del sol que abrasaba sus cuerpos, se sintieron desmayar. Sus
pies se quemaban en la ardiente arena y hasta las hojas de hierba producían heridas
en sus delicadas plantas.
Buscaron refugio a la sombra de tres árboles,
de los cuales dos no existían y uno ni siquiera había sido plantado. Después de
permanecer algún tiempo bajo ellos y haber comido sus frutos, reemprendieron la
marcha.
Alcanzaron la ribera de tres ríos, de los cuales
dos estaban secos y el tercero no tenía una gota de agua. Las princesas tomaron
un baño refrescante y apagaron en ellos su sed.
Más tarde llegaron a una gran ciudad que
todavía no había sido edificada.
Entraron en ella y encontraron tres palacios
de sorprendente perfección. Dos de ellos todavía no habían sido planeados y el
tercero no tenía paredes. Entraron en los palacios y encontraron tres platos
dorados; dos de ellos estaban rotos y el tercero pulverizado por completo.
Cogieron este último para servirse. Luego tomaron noventa y nueve menos cien
gramos de arroz y lo cocinaron.
A continuación invitaron a tres hombres santos
a hospedarse en el palacio; los dos primeros no tenían cuerpo y el tercero
carecía de boca. Cuando los tres santos habían acabado su comida, las princesas
consumieron el resto del arroz que habían cocinado para ellos. Todos quedaron
muy satisfechos. Vivieron en aquella ciudad durante largo tiempo y fueron muy
felices. Esta es una leyenda muy curiosa, hijo mío; si la recuerdas fielmente,
llegarás a ser un hombre sabio y respetado por todo el mundo.
Cuando el niño acabó de oír esta historia,
quedó asombrado.
Lo que conocemos como creación del mundo no es
más real que esta historia de las tres princesas que la niñera contó al niño.
Este mundo no es más que una idea, o si
prefieres, una mera alucinación.
En la conciencia infinita surge la idea de
creación, y eso es todo lo que hay. Este mundo no es nada más que una idea, y
los objetos percibidos en este mundo no son más que una idea.
Abandona el tremendo error de la ideación y
pronto te verás libre de todas esas fantasías; si permaneces firme en la
verdad, en poco tiempo alcanzarás la paz.
lunes, 24 de marzo de 2014
Yoga-Vasishtha: La mente es Brahman Mismo
El jíva
no es material ni inmaterial, sino que aparece en la unión o superposición de
la conciencia y la materia. Contempla este universo y el propio yo como el
absoluto Brahmán, el ser omnipresente
e indescriptible. Cuando este ser piensa, se conoce como mente. Pero esa mente
no es otra cosa que el poder de Brahmán,
no diferente a Brahmán mismo. La
división de yo y lo otro sólo es un ilusorio reflejo de sí mismo sobre sí
mismo. La verdadera realidad de ese reflejo es el propio Brahmán; la mente es Brahmán
mismo.
Aquí y allá, ahora y siempre, este poder de Brahmán se manifiesta como lo uno y lo
otro, como yo y como mundo. Pero estas manifestaciones sólo son el reflejo de
su shakti, no una creación real.
La creación, el cambio, la existencia y la
destrucción, sólo se producen en Brahmán.
La acción y el agente, el nacimiento y la muerte, la existencia en suma, es Brahmán y nada más que Brahmán. No existe nada diferente a él,
ni siquiera en la imaginación. La ilusión, el deseo, la codicia y el apego no
existen realmente. ¿Cómo podrían existir si no hay dualidad alguna?
viernes, 14 de marzo de 2014
Arte Sagrado Hindú
por Pedro Kupfer (traducido del portugués)
Decir arte sacro en el contexto del hinduismo, es superfluo. Digo
superfluo porque en la cultura antigua de la India no hay arte que no sea sagrado. No existe
una forma de arte que no tenga el propósito de revelar algunos de los múltiples
aspectos de lo divino y, al mismo tiempo, un camino para mokṣa, liberación. Cada forma de arte funciona como
un espejo que apunta a las infinitas manifestaciones del “Creador”.
Dentro
de la visión hindú (espiritualidad a través del cual
cientos de millones de personas
vivencian lo divino) el universo
entero es un único SER vivo al que se da
el nombre Īśvara. A través de todas
las formas de arte, teatro de
danza, desde la pintura a la escultura, desde la
música a la poesía, los artistas inspiran
a los devotos, al mismo tiempo que les permiten una relación única y personal con lo divino. En la sociedad tradicional hindú, todas las formas artísticas son altamente
ritualizadas y con el único
propósito de servir como puentes hacia
Īśvara en sus múltiples manifestaciones.
Nosotros, frente
el espejo del arte indio
A menudo, con el fin de disfrutar realmente de una cultura diversa de la propia debemos librarnos de prejuicios e ideas acerca de cómo deberían ser las cosas. Para entender mejor la cultura hindú antigua, como es el caso, debemos separarnos temporalmente de algunos de nuestros elementos característicos de la nuestra, como el énfasis en la iniciativa individual y los valores racionales del materialismo científico, y posicionarnos mentalmente en la Europa antigua.
En verdad, lo que
sucedía con el arte occidental en ese tiempo no era tan diferente
de lo que sucedía en la India
antigua: el papel del artista
medieval era plasmar a
través de sus diferentes medios
de expresión, el orden simbólico presente en la civilización desde el advenimiento del
cristianismo. Paseando por
los museos del Viejo Mundo
nos damos cuenta cómo el arte
medieval estaba en esta forma a lo sagrado: sabemos que la mayor parte de la producción artística
de aquel tiempo se centra en
la vida religiosa y sus múltiples
manifestaciones.
Pero la cosa no
termina ahí: el desconcierto del occidental delante de las manifestaciones
artísticas indias nace de la forma en que estas se insertan en la matriz de la
exaltación y fervor espiritual de este pueblo, que puede resultar para nosotros
incomprensible y aterrador. De este desconcierto surge, por tanto, un
sentimiento de rechazo: cómo nos sentimos desorientados ante esta vorágine de
símbolos, formas y nombres de la divinidad, como quedamos perdidos en el
laberinto de esta espiritualidad ancestral que se revela para nosotros de
manera innecesariamente complicada, tendemos a rechazarla.
Afortunadamente la
percepción a menudo distorsionada de las formas culturales y artísticas de la
antigua India que Occidente tuvo en el pasado, ahora está cambiando. Si antes
estas formas las percibiamos como bizarras, incomprensibles, o excéntricas, hoy
somos capaces de entenderlas mejor. Esto, ya que actualmente estamos mejor
equipados para entender y apreciar los símbolos a través de los cuales se
transmite esta peculiar visión de lo divino. En este sentido, la iconografía
sagrada constituye un lenguaje que se puede entender sólo si tenemos las claves
para desentrañarlo.
Un bosque de símbolos
Así, este
extraordinario bosque de símbolos, con sus deidades de múltiples brazos y
rostros, sus melodías y
lunes, 17 de febrero de 2014
Recitación: Sa ha naavavatu
Al inicio de
las clases, es común que el profesor y los estudiantes reciten juntos esta
invocación de paz que aparece en varios upaniṣ ad. Ambos (alumno y profesor) buscan la bendición
de Īśvara para un estudio libre de obstáculos; como mala memoria, o
inhabilidad para concentrarse, o mala salud. También buscan bendición para
tener una favorable relación, sin la cual es difícil la transferencia de
cualquier tema. De esta forma, esta oración es importante para ambos, el alumno
y el profesor.
La
recitación de esta oración utiliza los svaras,
tonos del canto Védico. Las marcas de estos tonos corresponden a las lineas
adicionales sobre y bajo las letras devanagarí.
Por ejemplo,
स॒(linea horizontal abajo)corresponde a anudātta (tono bajo), ना॑ (linea vertical arriba) corresponde a udātta (tono alto)
y si no hay marca corresponde a svarita
(tono medio). En algún artículo posterior explicaremos mejor este tema.
Los versos
en devanagarí con marcas de svaras:
Los versos
transliterados:
oṃ sa ha nāvavatu
sa ha nau bhunaktu
saha vīryaṃ karavāvahai
tejasvināvadhītamastu
mā vidviṣāvahai
oṃ śāntiḥ śāntiḥ śāntiḥ
para entender la transliteración mira aquí
para escucharlo aquí hay un vinculo del arsha vidya center
Palabra por
palabra, basados en una explicación de Swami Dayananda:
martes, 11 de febrero de 2014
Yoga-Vasishtha: El SER es la conciencia que mora en tu cuerpo
"El que he descrito como el Señor, no está lejos de ti. Es la conciencia que mora en tu cuerpo. También es el mundo, aunque el mundo no es él, pues es conciencia pura"- dijo Vāsiṣṭha
Rāma puntualizó entonces: "Hasta un niño sabe que el Señor es conciencia pura ¿se necesita un aprendizaje tan difícil para comprender eso?"
Vāsiṣṭha agregó con una sonrisa: " Cuando sabes que el universo es conciencia todavía no sabes mucho. El individuo o jiva, tu mismo, también eres conciencia. Cuando la conciencia crea el pensamiento queda envuelta y enredada en el sufrimiento. Cuando cesa el pensamiento y el flujo de la conciencia se vierte hacia el interior hay una comprensión profunda que desborda toda incertidumbre.
Sin detener el pensamiento, nuestra conciencia no puede abandonar lo pensable. La simple constatación de que el individuo (jiva) está sumergido en este samsāra, no es de gran utilidad. Sólo cuando vemos al Ser Supremo por nosotros mismos, el sufrimiento llega a su fin"
jueves, 30 de enero de 2014
Jñana Mudra
Swami Satyananda
Los mudrā (मुद्रा)
son generalmente clasificados como
parte del hatha yoga. Una definición muy básica de los mudrā sería que son particulares posturas físicas de cuerpo o de partes del cuerpo que inducen profundos
cambios psíquicos, psicológicos y mentales del propio ser.
Hay muchos mudrā que se realizan con las manos (hasta mudrā). Muchos antiguos sabios y yoguis son ilustrados realizando
característicos mudrā con las manos. Estos mudrā
tienen significados simbólicos,
implicaciones neuropsíquicas y también tienen el poder de evocar fuerzas dentro
del individuo. En otras palabras, el individuo se detiene y trata de
experienciar el indescriptible significado contenido en un mudrā. De esta manera es posible convocar fuerzas internas que de
otra forma yacerían escondidas y dormidas. Por esto los mudrā son tan importantes.
Uno de estos hasta mudrā que
se realiza muy frecuentemente al meditar es jñāna
mudrā.
JÑANA MUDRA – GESTO FÍSICO DEL CONOCIMIENTO.
Técnica Básica |
La palabra sánscrita jñāna puede traducirse como “conocimiento intuitivo”
y la palabra mudrā, para los propósitos
de esta discusión, “actitud”; así esta posición de las manos se puede conocer
como la “actitud del conocimiento intuitivo”.
La Técnica –
Sentado en una asana
meditativa doble los dedos índices de cada mano de modo que las puntas toque la
correspondiente raíz de los pulgares, estirando los otros tres dedos y separándolos
levemente. Coloque las manos sobre las rodillas con las palmas mirando hacia
abajo. Los tres dedos no doblados y el pulgar deben apuntar hacia abajo delante
de las rodillas.
Las manos deben estar relajadas.
Alternativa |
Alternativa –
Jñāna mudrā es a menudo realizado con las puntas del
pulgar y el índice unidos. En otras palabras el pulgar y el índice forman un círculo.
Esta variante es equivalente a la posición básica que ya hemos descrito.
Significado Simbólico –
Este mudrā no sólo es muy cómodo para las prácticas meditativas sino que
también tiene varios significados simbólicos. El siguiente es el más común: Los
dedos que se mantienen estirados; meñique, anular y medio, representan las tres
categorías (guṇa) de la materia. Esto es, se divide a la naturaleza en tres aspectos
arbitrarios: tamas (inercia, pereza, ignorancia,
etc.), rajas (acción, pasión,
movimientos, etc.) y satva
(pronunciado satua, comprensión, pureza). Estos tres estados deber ser
trascendidos de modo de pasar de la oscuridad a la luz y de la ignorancia al
conocimiento.
El dedo índice doblado representa la manifestación individual de la
conciencia (jivātma). El pulgar
representa la conciencia que todo lo permea (omnipresente). El individuo (índice)
se inclina ante la conciencia suprema (pulgar) y reconoce su insuperable poder.
Sin embargo, al mismo tiempo el índice y el pulgar se tocan entre sí, lo que
demuestra que a pesar de parecer estar separados, de hecho el ser individual es
uno con el supremo. En síntesis simboliza el Yoga.
Buenas prácticas.
Harih Om
traducido del libro A Systematic Course in the Ancient Tantric Techniques of Yoga and Kriya
lunes, 20 de enero de 2014
Comprendiendo el Bhakti Yoga
por Pedro Kupfer (traducido del portugués)
Oímos decir, y a veces repetimos un poco sin pensar, que hay muchas “formas” de Yoga: Jñāna Yoga, Karma Yoga, Haṭha Yoga, Rāja Yoga, etc. Así el Yoga del Conocimiento sería adecuado para personas con una disposición natural hacia el estudio, el Yoga de la Acción sería conveniente para personas pragmáticas, el Yoga “físico” estaría indicado para personas inquietas, el Yoga “real”(raja) sería para gente más introspectiva, etc.
Esta manera de clasificar y listar “métodos” es arbitraria y equivocada.
No obstante, está muy presente en la literatura actual del Yoga. En verdad, no
existen métodos diferentes, sino etapas distintas dentro de un único camino,
que es el proceso de crecimiento de cada ser humano. Así , los así llamados “métodos”
son apenas momentos o fases dentro de este proceso mayor que podemos llamar
vida de Yoga. Solamente existe un Yoga. A este respecto, dice el Ṛg Veda:
“Oh hombre que buscas la verdad y la sabiduría,
Abre los brazos y deja que el conocimiento
Llegue a ti de todas partes. La verdad es una y
Los sabios van a enseñarla de diferentes maneras”.
Por ejemplo, en el Haṭha Yoga
Pradīpikā una guía clásico para la
práctica del Haṭha Yoga de aproximadamente
500 años, no queda clara la frontera, si existe una, entre Haṭha y Rāja Yoga, aunque el texto comienza afirmando que el primero, “como una
escalera”, nos conduce al segundo. No en tanto, de la lectura atenta de esta
guía, es evidente que ambos, Haṭha y Rāja, son parte del mismo proceso.
Por otro lado, los aparentemente distintos métodos descritos en el Bhagavadgītā, Jñāna, Karma y Bhakti
Yoga, son en verdad etapas dentro
de un camino único. El conocimiento me ayuda a ver las cosas como son, el yoga
de la acción a actuar cultivando las actitudes adecuadas y el yoga devocional a
lidiar de manera ideal con los frutos de las acciones, dedicándolas a Īśvara.
En este orden de cosas hay una forma de Yoga que ocupa un lugar
especial: El Bhakti Yoga, o Yoga Devocional. Este es, claramente, uno de los
aspectos menos comprendidos y que más distorsiones produce en el Yoga, ya que
es el punto en el cual, aparentemente, el Yoga se aproxima más a la religión.
Esta proximidad da lugar a maneras diferentes de observar esta peculiar
relación que es la relación del Yoga con la religión.
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