por Swāmi Dayānanda
La orientación a
“convertirnos” en seres humanos, totalmente concientes de nosotros mismos en
cuanto personas, sucede por causa de la autocrítica (juicio a nosotros mismos).
Este autojuicio es inevitable. Cuando me torno conciente de mi mismo, necesito
“vestirme” con una identidad.
Ser el que soy me da esa identidad. Por lo tanto,
ser el que soy deriva de un juicio, que puede ser cierto o errado, y que va a
determinar la manera en que vivo mi vida. La base de este juicio es inevitable.
En la construcción de la propia identidad existen algunas características
comunes a todos: el papel que el cuerpo representa, por ejemplo, es fundamental
y predomina en esta construcción de la idea que alimentamos de nosotros mismos.
También las relaciones, el conocimiento, la
fuerza, la habilidad, la cultura, la religión, la idea de nación: estas
características construyen aquello que somos. Esto es universal. Si alguien
dice: “Soy indio de Tamil Nadu”, está señalando que esa persona tendrá cierto
conocimiento y modos de comportamiento, hábitos culinarios, religión u otras
características culturales. Esta es la base común a todas las personas de
aquella región.