Traducido de un artículo de Pedro Kupfer.
Bhrāmarī es un prāṇāyāma, una práctica respiratoria del Yoga, pero igualmente es uno de los ejercicios más eficientes para la retracción de los sentidos, pratyāhāra. Esta retracción de los sentidos el paso previo y esencial para avanzar a los estados profundos de la meditación.Se dice que esta práctica aumenta dramáticamente los niveles de óxido nítrico en la sangre. El óxido nítrico es una molécula producida por nuestro propio organismo que está vinculada con las respuestas de defensa del sistema inmunológico, como también con el desarrollo y respuesta muscular y nervioso.
Entonces mientras más practiquemos este ejercicio, más fortaleceremos el sistema inmune, como también los músculos y neuronas.
Como proceder
La técnica es muy simple. Puedes ver la descripción que aparece en la Haṭhayoga Pradīpikā (II:68), uno de los textos clásicos de la práctica del Haṭha:
अथ भ्रामरी
वेगाद्गोषं पूरकं भृङ्गनादं
भृङ्गीनादं रेचकं मन्दमन्दम्।
योगीन्द्राणमेवमभ्यासयोगाच्
चित्ते जाता काचिदानन्दलीला ॥ ६८॥
atha bhrāmarī
vegādghoṣaṁ pūrakaṁ bhṛṅganādaṁ
bhṛṅgīnādaṁ recakaṁ mandamandam |
yogīndrāṇamevamabhyāsayogāc
citte jātā kācidānandalīlā || 68 ||
“Ahora, bhrāmarī. Inspire rápida y vigorosamente, produciendo un sonido reverberante, semejante al zumbido del zángano. Expire muy lenta y suavemente, con un sonido parecido al zumbido de la abeja. Con la práctica de este ejercicio, los grandes yogins experimentan una felicidad indescriptible en sus corazones.”
Para practicar Bhrāmarī, siéntate en una posición de meditación confortable, manteniendo la columna vertebral erecta y los ojos cerrados, sin contraer la musculatura del rosto ni tensionar la espalda. Eleva los brazos y coloca las manos sobre la cabeza, obstruyendo firmemente los canales auditivos con los pulgares.La respiración debe fluir sin interrupciones, no es aconsejable realizar retenciones del flujo.
El sonido al que se refiere la composición antes mencionada se refiere a un vibración, como si pronunciásemos la letra m de forma baja y continua, imitando el sonido del vuelo de una abeja. Comience a emitir el sonido con la exhalación, concentrándose en el y sintiendo como vibra en el interior de la caja craneal. Escucha los sonidos de tu propio cuerpo durante la inspiración.
Si después de algunos ciclos comienzas a sentir los brazos cansados, cuando estés inspirando descansa las manos sobre los muslos o rodillas, y vuelve a llevarlos a los oídos cuando vuelvas a exhalar y producir nuevamente el sonido. Puedes continuar de esta manera hasta el final del ejercicio. Mejor aún puede ser usar un yogadaṇḍa, una especie de pequeño bastón, un soporte de madera con la forma de la letra t donde apoyas los codos para poder quedarte por más tiempo en la postura sin sufrir.
Repite este proceso hasta completar 20 o 30 ciclos (puedes partir con menos), procurando percibir los sonidos sutiles, que vibran al interior del cuerpo.
Después de algunos minutos, percibirás como, naturalmente, tus pensamientos tienden a detenerse en la contemplación de este sonido. Comenzamos así la retracción de los sentidos por la audición y lo volcamos hacia el interior, prestando atención a los sonido internos.
El tiempo ideal de práctica oscila entre los 10 y 15 minutos, dependiendo de cada persona.
Bhrāmarī clarifica las ideas y reduce aquella conversación incesante de la mente. Es una excelente preparación para los ejercicios de concentración. También ayuda a combatir el mal humor, activa el sistema nervioso y tonifica todo el aparato respiratorio. Adicionalmente puede resultar una buena preparación para la meditación.