lunes, 14 de abril de 2014

El Potro y La Mente


por Swamy Satyananda 

Érase una vez un rey que tenía un bellísimo pero desenfrenadamente salvaje caballo. La bestia no podía ser domesticada. El rey decretó que recompensaría generosamente a aquel que  pudiera someter a su semental. Impulsadas por los pensamientos de riqueza, muchas personas trataron. Cada uno enfrentó con todas sus fuerzas al caballo, pero ninguno fue lo suficientemente poderoso como para superar al animal por mera fuerza. Incluso los más poderosos fueron arrojados al suelo o heridos. Cansados y frustrados, los contendientes se retiraron.

Pasó algún tiempo, hasta que un día el rey vio al caballo obedeciendo dócilmente las instrucciones de un recién llegado. El rey estaba asombrado, y exigió saber cómo este hombre había tenido exito donde muchos otros habían fracasado. El domador del caballo respondió: "En lugar de luchar contra su potro, lo dejé correr libremente a todo lo que su corazón quisiera, siguiendo sus propios impulsos. Finalmente se fatigó y se volvió sumiso. Fue entonces que no tuve problema para hacer amistad con su caballo y ganar su control"

Es lo mismo con la mente. Si luchamos y luchamos con la mente, nunca vamos a lograr el dominio sobre ella. El método a adoptar es similar al del sabio domador de caballos - deja que la mente siga sus impulsos y tendencias sin restricciones hasta que este lista y dispuesto a aceptar tu autoridad. Da rienda suelta a la mente. No la suprimas, simplemente, obsérvala y conócela.

jueves, 10 de abril de 2014

Yoga-Vasishtha: Desapegado de los frutos de la acción



Sí sólo existe el uno, ¿quién es el que actua y qué puede hacer?. Si tú no eres realmente el agente, ¿por qué asumes esa actividad?. Pero tampoco permanezcas inactivo, porque ¿qué se consigue sin hacer nada?. Lo que tiene que hacerse, debe ser hecho. Por tanto, si permaneces desapegado de los frutos de la acción mientras realizas tus acciones naturales, realmente no actuas; si ni siquiera te sientes apegado a la inacción misma, entonces es cuando te conviertes realmente en el verdadero agente, el SER, que todo lo hace, sin hacer nada en absoluto. Si todo este mundo es como el truco de un mago, ¿qué se puede conseguir o que hay que rechazar?

La semilla de este mundo ilusorio es avidya, la ignorancia. Pero cuando no vemos las cosas como tales cosas, es decir, cuando no las determinamos como objetos, esa ignorancia es idéntica a la verdad.
del YogaVasishtha